5 Formas de mejorar tu estrés en el tiempo si padeces una enfermedad crónica

El estrés suele ser percibido por la persona como una situación amenazante, que sobrepasa su control poniendo en riesgo su bienestar personal.

El estrés suele tener repercusiones en las enfermedades crónicas, ya que puede potenciar la sintomatología e incluso pueden llegar a aparecer otros síntomas a parte de los específicos de la enfermedad (fatiga, tristeza, irritabilidad, trastornos del sueño, dolores corporales, ansiedad, problemas cognitivos…)

Tus factores estresantes:

  • Diagnóstico de la enfermedad crónica
  • Incapacidad física y/o laboral
  • Vivir con tu enfermedad en tu día a día
  • Dificultades económicas
  • Preocupación excesiva sobre el futuro 
  • Múltiples tratamientos
  • Situaciones cotidianas

Los rasgos de personalidad, la educación y formación, así como el medio social son clave para el afrontamiento y la forma de reaccionar ante las enfermedades crónicas.

Por ello, te animo a que comiences a poner en práctica estas 5 formas que te comparto a continuación para mejorar tu estrés en el tiempo:

Tratamiento global

La enfermedad crónica se aborda desde el punto de vista biopsicosocial y multidisciplinar. Es necesario y muy beneficioso que sigas un tratamiento en el que se integren diversos profesionales de la salud y otros profesionales que puedan ayudarte en la mejora de tus síntomas y estado emocional. (Médicos, psicólogos, terapeutas, fisioterapeutas, nutricionistas etc.)…

Hay que dejar que te cuiden y así aprender cómo cuidarte para tener la enfermedad más controlada o los síntomas.

Ejercicio físico

Siempre por orientación y bajo supervisión médica, adaptado a tus posibilidades y necesidades, con las recomendaciones o ayuda de profesionales que puedan contribuir en la mejora de tu bienestar físico. Te ayudará a sentirte mejor físicamente, pero además anímicamente y mentalmente notarás los beneficios a pesar del esfuerzo y capacidad de superación que supondrá.

Intervención psicológica

Afrontar el problema, la rutina de la enfermedad crónica, el control de la misma y el bienestar emocional. Conocer herramientas y técnicas para abordar los pensamientos disfuncionales que se tienen acerca de la enfermedad, y de las preocupaciones existentes por el diagnóstico, explorar esas creencias que te limitan. Aceptar tu enfermedad, saber qué opciones tienes, plantear unos objetivos y pasar a la acción, avanzar en ese difícil proceso que es gradual en el tiempo pero que requiere de tu compromiso e implicación contínua para lograr sentir la motivación.

Apoyo Social

No pretendas hacerlo todo tú, necesitas apoyo y ayuda en ocasiones. Tienes que aceptarlo o buscarlo, pero sobre todo entender que no necesariamente tienes que estar sola. Céntrate en tu entorno, o si no tienes esa red social, busca otras opciones o pide asesoramiento a los profesionales que te atienden.

La familia y los amigos son un factor determinante pero también puedes hacerlo con ayuda de otras personas (profesionales, grupos de apoyo, compañeros de actividades etc…)

Crea nuevos hábitos y rutinas

Si has tenido que cambiar los hábitos y tus rutinas diarias, empieza por establecer cambios, qué quieres hacer, qué puedes hacer y a partir de eso crea nuevas rutinas, nuevas actividades, prueba, si algo no te funciona o no te va bien haz otra cosa, pero es importante mantener esa actividad, que te ayudará a tener un día a día más funcional en las respectivas áreas de tu vida.

Identifica cuáles son los factores que te producen estrés y empieza a reducir esa carga de estrés que podría llegar a ser crónica.

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